Conmemorar algo

En estas Fiestas situadas en la entrada del Invierno parace ser que son exclusiva de un sentir religioso y, es como dice un amigo repitiendo una frase de no sé quien "es más fácil creer que pensar". Pero como todo y más en las variaciones y derroteros mentales que a cada segundo experimentamos, hay interpretaciones para todo y todas las frases que se quieran hacer pues para eso esta la mente y claro está ayudada por la fuerza bien sea mental, social o persuasoria con las armas adecuadas. Así, de esa forma cree cualquiera pues tantas religiones se han impuesto por la fuerza que ya casi uno modifica los "chips" o roles pertinentes para esa fé.
Muy pocos piensan contra corriente y es más fácil creer que dios nos guia y protege que pensar que el mundo es una pocilga humana donde el más mentiroso, deshumanizado, bribón y adscrito a alguna pseudoideología tiene mas posibilidades de triunfar y vencer a sus semejantes y más si no son parte de alguna fé.
Estas fiestas ubicadas en las puertas del Invierno no están ahi por casualidad pues son la réplica de la fiesta o conmemoración del Invierno que en las costumbres paganas se hacían antaño.
Me he situado tiempo atrás y, he practicado unos momentos de meditación ante el sol bajo, los árboles casi sin hojas sueltan las últimas en vaivén postrer para dejar a su creador tiempo para la nueva energía.
Es un tiempo único y una oportunidad para todos los seres y sobre todo los humanos que supuestamente pensamos y nuestro pensamiento a menudo desvaría antre tantos y tantas y comete desviaciones dificilmente subsanables ocasionados en gran medida por las influencias climáticas alterantes de nuestro psique, es el verano, el calor, la fogosidad del pensamiento, la crispación apoderándose de la razón. En general hay una disculpa comodín "La Fé". Por supuesto no sé en que pues es creer en nada concreto pues todo se basa en interpretaciones más o menos complejas.
Para mi la llegada del Invierno es una estación muy necesaria para la depuración tanto física como mental del ser vivo y por supuesto ideal para el hombre, para calmarse en la introspección invernal, la meditación y la humildad y buscar y reconocer algunos errores que con la sangre alterada son difíciles de admitir.
Hay innumerables momentos en el Invierno dignos de conmemorar y al tiempo disfrutar: La Nieve, su lluvia, viento, niebla, nubes o colores múltiples creados para ser recibidos aplacan el desvariado temperamento humano en muchos casos y en muchos casos también inducen y conducen a la reconciliación.
Y al tiempo es una Unidad que todo el Mundo puede aceptar al margen de creencias extrañas que dividen por no decir enfrentan en constantes guerras crueles y por desgracia ¿sin solución?
Creo y venero el Invierno, y medito en sus largos días de paz y recogimiento.