De actualidad está la intención de dar más autoridad a la mujer que por unas causas u otras no desea avanzar en el estado de su embarazo.
Claro como estamos ya mentalizados que cualquier poder social nos determine cual es nuestra obligación argumentando (siempre hay argumentos) los consabidos "pitos o flautas" tan prolíferos en nuestro repertorio pues siempre hay quienes no quieren pensar o mas audaz todavía tener la sensación de libertad para decidir el destino de su vida.
Es muy fácil decir a cualquier futura madre ajena que la maravillosa vida que está dentro de su vientre llegue a buen término (¿buen?) repito ¿buen?. Quienes son ellos para preveer lo que acontecerá (como en multitus de ocasiones ya ha acontecido) cuando un ser llega en unas circunstancias adversas socialmente. Es dedir: adversas de familia, de entorno, de economía, de amor (eso que tanto argumentan los opositores).
¿Quién no conoce casos de verdaderos dramas causas de estos embarazos no deseados?. Generalmente estos niños o niñas se desarrollan en un entorno hóstil, marginado y con un alto índice de delincuencia, la pobreza así lo impone. Son carne de presidio y aunque se busque con cuentagotas el posible reinsertado, con todas las ayudas habidas y por haber sigue siendo problemático y lleno de amarguras, lastre de nuestra sociedad.
Es difícil encontrar trabajo y más con el "currículum" a sus espaldas.
Es muy fácil para quien lo tiene todo resuelto decir y obligar si puede "si a la vida de estos marginados".
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