Por todas partes acechan los nubarrones, densos, aciagos, cargados de presagios y augurios de futuros envolventes de maquillajes informativos incapaces de ocultar el olor de podredumbre social.
¿Esta es nuestra Tierra?
A pesar de religiones para todas las mentes, nuevas, nacientes de aparentes textos nuevos pero de fines idénticos, impotentes o encubridoras de todo obviando la apisonadora del capital.
Trabajemos, barato pero largo, muy largo que ya se encargara el poder que los años no sean iguales para los epsilones que para los alfas o betas. No se puede más, veremos deporte.
El ímpetu colorista, triunfal, eufórico, feliz, instigante, seductor e inductivo sobre la selección anula cualquier preocupación social cualquiera que sea.
Ciertamente me es difícil integrarme en este mundo. Sólamente el trabajo en mi taller me inhibe de tales incongruencias.
La gente solo habla de triunfos deportivos, de viajes a Tahilandia, Japón, Rusia o ir a los países subdesarrollados para "los servicios humanitarios" es decir hacerse la foto y enseñársela a sus contrincantes sociales o más bien políticos. Estos países necesarios para la especulación divulgativa de foros, partidos y otras gaitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario