Ni punto de comparación ni se lo creyó ni se lo creemos pues para pintar como un niño hay, mejor dicho tiene que desaparecer todos los perjuicios obtenidos por la perversa sociedad, siembre tendente a engañar a todo el que se ponga a tiro.
Para pintar como un niño primero hay que serlo, y además estar exento de las maléficas y virulentas semillas destinadas a invadir y contaminar un cerebro limpio como el de un niño.
Estos dibujos que muestro a continuación son muestra de ello. Todos son retratos que me hizieron, y ustedes juzgarán si son o no son verdaderas obra de Arte. Expresividad y expresión que llega a nosotros con una sensación de simpatía, admiración y envidia por conseguir hacernos disfrutar como Miró u otros vetustos no lo consiguen.
Asi me vieron y cada cual le dé su análisis.
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